¿Cuándo fue la última vez que te paraste a pensar en la calidad del aire comprimido de tu botella de aire respirable? Tanto si tu trabajo se centra en un parque de bomberos como en un barco de buceo, tu tanque de aire sirve de salvavidas: la calidad de ese aire es de la máxima importancia. Por desgracia, el aire respirable contaminado puede causar desde dolores de cabeza y mareos hasta paradas respiratorias.

El aire respirable contaminado es como un caballo de Troya: aparentemente inofensivo dentro de su cilindro antes de marchar directo a tu torrente sanguíneo al inhalarlo. Cada contaminante conlleva distintos niveles de daño, algunos sutiles y otros devastadores.

Entonces, ¿con qué frecuencia debes comprobar el aire respirable comprimido? Aunque no existe necesariamente una respuesta correcta, los manuales de PADI, OSHA y NFPA establecen las prácticas de comprobación necesarias para tu sector específico. Aquí desglosamos cada norma para ayudarte a respirar tranquilo.

Organismos reguladores y sus requisitos para las pruebas de aire comprimido

El aire respirable comprimido es mucho más que “sólo aire”. Este aire puede contener contaminantes peligrosos como monóxido de carbono, dióxido de carbono, partículas, vapor de agua, TVHC y otros. Debe filtrarse, secarse y controlarse periódicamente para garantizar la seguridad y el cumplimiento de la normativa. Permitir que los contaminantes queden sin control es sencillamente una receta para el desastre. Los calendarios de pruebas y los requisitos de calidad los establecen los siguientes organismos reguladores, separados por enfoque industrial.

PADI – Asociación Profesional de Instructores de Buceo
Fundada en 1966, PADI es la mayor asociación de formación de buceo del mundo, basada en una sencilla promesa: hacer que el buceo sea más accesible, divertido y normalizado en todo el mundo. Abarcan casi todo el ecosistema del buceo, desde el buceo en aguas abiertas para principiantes hasta el rescate avanzado y la conservación marina. Trace Analytics es socio preferente de PADI.

Los requisitos de PADI para los operadores de buceo siguen la Norma de Grado E de la Asociación de Gases Comprimidos (CGA) para la calidad del aire, lo que significa un programa de pruebas trimestrales mínimo de una vez cada 3 meses. Estas pruebas deben incluir el contenido de oxígeno, CO, CO2, aceite y humedad. Dado que los operadores de buceo suelen atender al público, hasta el más mínimo cambio en el compresor puede afectar a la seguridad.

OSHA – Occupational Safety and Health Administration (Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo)
La OSHA, que rige entornos laborales como el buceo comercial, tiene normas claras para el aire respirable utilizado en los respiradores con suministro de aire. Aunque recomiendan al menos una comprobación bianual, un control trimestral puede proteger de los cambios estacionales o de mantenimiento en la calidad del aire. El aire comprimido debe cumplir las normas de Grado D, y los empresarios son responsables de verificar la calidad. Esto significa no sólo verificar un porcentaje de oxígeno del 19,5%-23,5%, sino comprobar si hay contaminantes como CO, CO2 e hidrocarburos. Si decides saltarte las ventanas de comprobación periódicas, corres el riesgo de no superar los controles de conformidad, ya que los informes y certificados de laboratorio necesarios están caducados.

NFPA – Asociación Nacional de Protección contra Incendios
La NFPA establece normas para el personal de los servicios de emergencia, como los bomberos. En concreto, la NFPA 1989 establece requisitos de muestreo y análisis junto con límites de contaminantes para un aire respirable “seguro”.

Según la NFPA 1989, el aire respirable debe cumplir o superar el Grado E de la CGA con límites adicionales. A diferencia del requisito de la OSHA de ≤ 10 ppm de contaminantes de CO, las botellas de aire para servicios de emergencia deben contener ≤ 5 ppm de CO. También tienen límites muy estrictos de vapor de agua y punto de rocío, ya que puede formarse hielo en el interior de los reguladores durante las operaciones en climas más fríos. Las estrictas normas de los ERA detallan la realización de pruebas trimestrales del aire producido por los compresores de aire respirable, así como la repetición inmediata de las pruebas tras el mantenimiento rutinario o si se sospecha contaminación. Estos registros deben mantenerse y estar disponibles en todo momento.

¿Cómo debe ser mi plan de pruebas de aire respirable?

Si te preguntas “¿por dónde empiezo?”, debes saber que lo mejor es mantener un equilibrio saludable entre coherencia y cumplimiento.

Independientemente de tu sector, ya sea una tienda de buceo o un parque de bomberos, comprométete a seguir estos cuatro pasos:
1. Mantén un programa de pruebas trimestrales
La mayoría de los organismos reguladores exigen un ritmo mínimo de pruebas trimestrales, explícitamente PADI y NFPA. Realizar pruebas cada tres meses no sólo te mantendrá en cumplimiento de la OSHA, sino que te ayudará a evitar problemas potencialmente mortales, como la intoxicación por CO o algo peor. ¿Por qué conformarse con lo mínimo cuando estamos hablando literalmente de la vida de un empleado?

2. Confía sólo en laboratorios acreditados
Cuando se trata de los rigurosos requisitos de ensayo de tu aire respirable comprimido, lo último que quieres es confiar en un laboratorio poco fiable. Tu centro de pruebas debe ser un laboratorio acreditado con capacidad para proporcionar la documentación adecuada. Trace Analytics se enorgullece de poseer un Certificado de Acreditación A2LA, que garantiza resultados fiables y precisos. Los exhaustivos procedimientos de control de calidad de nuestro laboratorio te garantizan que recibirás datos de calidad cada vez que hagas una prueba. Los métodos de muestreo y análisis de Trace cumplen los requisitos de normas como la NFPA 1989.

3. Mantén registros detallados de las pruebas de aire comprimido
No basta con cumplir un procedimiento rutinario de pruebas de tu aire comprimido y equipos afines. Es esencial tener a mano informes actualizados en caso de incidente o auditoría. La mayoría de las normativas hacen hincapié en la verificación de la calidad, por lo que los informes de las pruebas deben registrarse meticulosamente y estar disponibles, ya que una inspección podría producirse en cualquier momento.

4. Sométete a pruebas auxiliares tras sucesos importantes
Como se indica en el libro de instrucciones de la NFPA 1989, es necesario volver a analizar la calidad del aire respirable tras un mantenimiento completo o una sospecha de contaminación. Aunque no trabajes con equipos de respuesta a emergencias, estos sucesos siempre deben desencadenar pruebas adicionales fuera de un ciclo estándar. Invertir en una prueba adicional podría significar la diferencia entre la vida y la muerte, una apuesta que nadie quiere hacer.

Comprométete con la seguridad y el cumplimiento

Si sigues las normas PADI, OSHA y NFPA, no sólo cumplirás la normativa, sino que garantizarás la seguridad en cada respiración bajo presión. Trace está aquí para ayudarte a simplificar tu proceso de comprobación. Sigue el enlace siguiente para explorar los Recursos de Aire Respirable en nuestra Academia AirCheck. Sumérgete en hojas de datos, fuentes de contaminación y vídeos de pruebas que te ayudarán a guiarte por el proceso de principio a fin.