A menudo se hace referencia al aire comprimido como la “cuarta utilidad” de la fabricación, vital pero a menudo ignorada. Tanto si te dedicas al procesado de alimentos como a la industria farmacéutica, la producción de bebidas o el envasado, el aire comprimido está en todas partes. Si no se mantiene y controla adecuadamente, puede propagar la contaminación a los productos finales. Poniendo en peligro los productos, la reputación de la marca y la seguridad del consumidor.
Durante un reciente seminario web de IFSQN organizado por la experta en AirCheck Erin Zimmerman, los asistentes pudieron profundizar en la supervisión del aire comprimido, las fuentes habituales de contaminación y cómo garantizar el cumplimiento de normas industriales como ISO 8573 y SQF. Esto es lo que debes saber.
Por qué es importante controlar el aire comprimido
El aire y los gases comprimidos pueden entrar en contacto directo con alimentos, envases o equipos, lo que significa que pueden ser una fuente importante de contaminación. Contaminantes como partículas, vapor de agua, aerosoles de aceite, vapores de aceite y microorganismos pueden comprometer la seguridad y calidad del producto si no se controlan.
Existen normas como la ISO 8573 y directrices de organismos reguladores como SQF y BRCGS para garantizar que los fabricantes mantengan un aire limpio, seco y seguro. Sin embargo, la concienciación sobre estos riesgos es todavía relativamente nueva en algunas industrias.
Comprender la norma ISO 8573
ISO 8573 es la norma internacional para la calidad del aire comprimido. La norma ISO 8573-1 define clases de pureza para partículas, agua y aceite, siendo la Clase 1 la más estricta y la Clase 6 la más permisiva. Proporciona un “lenguaje común” para las pruebas de calidad del aire entre fabricantes, proveedores OEM y laboratorios.
La norma ISO 8573-7 describe métodos para analizar microorganismos, aunque no incluye una tabla de clases de pureza definida para los contaminantes microbianos. Esto hace que las evaluaciones periódicas basadas en el riesgo sean aún más cruciales.
Los cuatro principales contaminantes del aire comprimido
1. Partículas
Las partículas de tu sistema de aire comprimido pueden proceder de la admisión externa, de tuberías degradadas, de cintas o incluso del propio producto. Incluso partículas microscópicas invisibles a simple vista pueden contaminar los productos finales. Materiales como las tuberías de hierro negro son los principales culpables del desprendimiento de partículas y deben sustituirse o protegerse con una filtración adecuada.
2. Vapor de agua
El vapor de agua se introduce a través de tubos permeables, tomas del sistema y secadores inadecuados. La humedad favorece el crecimiento microbiano y la corrosión. Garantizar una filtración adecuada y conocer las capacidades de tu secador son fundamentales. El agua líquida o la condensación visible es señal de que tu sistema no elimina adecuadamente la humedad.
3. Aceite total: Aerosol y Vapor de Aceite
Ni siquiera los compresores “exentos de aceite” son inmunes a la contaminación por aceite, ya que el vapor de aceite puede entrar a través del aire de admisión contaminado con disolventes o gases de escape. Los lubricantes, mangueras y accesorios mal mantenidos también contribuyen a la contaminación. Las pruebas ISO 8573-1 deben abarcar tanto el aerosol (niebla) como el vapor de aceite para realizar un análisis completo.
4. Microorganismos
Los microorganismos -hongos, bacterias y moho- pueden introducirse a través del contacto humano, el aire ambiente o las superficies húmedas. Las industrias alimentaria y farmacéutica son especialmente vulnerables. Las técnicas asépticas de muestreo son esenciales para obtener resultados precisos y fiables. Las pruebas microbianas periódicas según la norma ISO 8573-7 requieren equipos especializados, como los muestreadores por impactación. Asegúrate de que los métodos de muestreo que elijas estén validados, controlados y sean adecuados según los requisitos de la norma ISO 8573.
Elegir el equipo adecuado
Trace Analytics ofrece soluciones a medida a través de sus kits AirCheck, como:
-K810Kit AirCheck para partículas, agua y aceite
-Contadores de partículas láser(LPC ) para la detección de partículas de alta precisión
-Muestreador de Impactación Pinocchio para pruebas microbianas
-K802Kit para muestreo de pureza de gases
Cada uno viene con instrucciones detalladas y guías en vídeo, que permiten a los usuarios recoger muestras con confianza y correctamente.
Buenas prácticas para sistemas de aire comprimido sin contaminación
Elige mangueras sin partículas y evita longitudes excesivas de manguera
-Sustituye regularmente los materiales de goma y plástico envejecidos
-Selecciona metales duros (por ejemplo, acero inoxidable) en lugar de opciones que desprendan partículas, como el cobre o el hierro negro
-Se prefieren los sellantes soldados a las cintas o masillas
-Evita las válvulas selladas con goma en favor del acero inoxidable sin partículas
Todo en un sistema de aire comprimido está interconectado. La contaminación rara vez está aislada, y las partículas pueden albergar humedad, que a su vez puede albergar microbios, todo ello agravado por los residuos de aceite.
Crear un plan de seguimiento
Comprender las capacidades de tu sistema y los riesgos únicos de contaminación del aire comprimido es el primer paso. Antes de establecer requisitos estrictos de Clase 1, realiza una evaluación de riesgos. Trace Analytics proporciona una Guía del Plan de Supervisión y una Lista de Comprobación de la Evaluación de Riesgos para ayudarte a evaluar dónde, qué y con qué frecuencia realizar las pruebas.
Puntos de prueba recomendados:
-En el punto de uso
-Después del compresor (postfiltración)
-En cualquier punto de control crítico intermedio
Los distintos lugares de muestreo ayudan a identificar dónde se origina la contaminación.
Paquetes de análisis adaptados a tus necesidades
Trace Analytics ofrece paquetes desde Diagnóstico (no pasa/no falla) hasta Pro (cumplimiento específico de la clase ISO). Los paquetes de pruebas microbianas, incluido Micro ID, pueden identificar organismos hasta el género y la especie. Esto puede ser muy valioso; por ejemplo, en un caso en que la levadura utilizada en la fabricación de pan se identificó erróneamente como contaminación, Micro ID confirmó que era inofensiva.
Las pruebas de aire comprimido son una parte esencial de la seguridad alimentaria, la calidad del producto y la preparación para las auditorías. A medida que se endurecen las normas y aumenta la concienciación, los fabricantes deben tomar medidas proactivas. Con las herramientas, los protocolos de comprobación y la asistencia adecuados, es posible mantener un sistema de aire comprimido seguro y conforme a las normas.
Para obtener más información o descargar los recursos del Plan de Evaluación y Supervisión de Riesgos, visita Trace Analytics.