El aire comprimido es fundamental para muchos procesos de fabricación de alimentos y bebidas, desde el envasado hasta el embotellado, pasando por el transporte de ingredientes. Sin embargo, si no se mantiene y supervisa adecuadamente, puede convertirse en una fuente de contaminación, lo que supone riesgos significativos para la seguridad alimentaria. Brett Greenlee, Director de Ventas y Cuentas Clave de Trace Analytics, comparte los puntos clave del seminario web organizado en IFSQN, ofreciendo una hoja de ruta para que los profesionales de la seguridad alimentaria se aseguren de que sus sistemas de aire comprimido cumplen las normas de seguridad exigidas en las instalaciones.